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martes, 9 de junio de 2015

Recetas fáciles de hacer

Ø  AMARGUILLOS:

Se mezcla bien la batata cocida con el azúcar glass, el huevo y el zumo de limón. Cuando se ha conseguido una masa homogénea. Se mezcla con las almendras ralladas. El resultado es una masa tierna y un poco pegajosa, pro eso lo mejor para manipularla es meterla en una manga pastelera de usar y tirar. Si no tenemos en casa, se puede sustituir por una bolsa de plástico de las que usamos para congelación. No hace falta boquilla.
Mientras se hacen las pastas, se pone a calentar el horno a 200º Sobre una bandeja de horno cubierta con papel de hornear, se van dejando pequeñas porciones de masa, de tamaño pequeño, para que queden pastas de bocadito (siempre es mejor repetir). Se decoran con una almendra y con la ayuda de un colador, se espolvorean con azúcar glass.

Se hornean a horno fuerte durante unos minutos, de cinco a siete es suficiente. Pero si nos gustan más tostaditas, se pueden dejar otros minutos más. Como todos los mazapanes, solo necesitan un golpe de calor fuerte durante pocos minutos.


Ø  ARROZ CON LECHE:
En un cazo se pone la leche en el fuego con el palo de canela y la piel de limón. Cuando empieza a hervir, se apaga el fuego, se tapa el cazo y se deja infusionar durante una hora.
Por otro lado, el arroz se pone en un recipiente cubierto de agua fría y se pone en el fuego. Cuando empieza a hervir, se pasa a un colador y se enfría bajo el grifo.
Se retira la canela y el limón de la leche y se añade el arroz. Se pone a fuego lento y, sin dejar de remover con una cuchara de madera, se va añadiendo el azúcar poco a poco. Cuando el arroz está tierno y casi se ha consumido la leche, se retira del fuego y se añade la nata.
Se sirve directamente en tazones individuales. Mientras se enfría, el arroz termina de hacerse. Se mantiene en el frigorífico hasta la hora de servir y se acompaña de azúcar quemada, como hacen en Asturias, o canela.


Ø  ASPIC DE FRESAS BICOLOR:
Siguiendo las instrucciones del fabricante de la gelatina, en un cazo se hierven 25o ml de agua, se retira del fuego y se le incorpora el sobre de gelatina de fresa, se remueve bien con una espátula o unas varillas hasta que queda disuelta la gelatina. A continuación se añaden 250 ml de agua fría, y se mezcla todo bien. Este preparado se vierte sobre un molde adecuado y se reserva en el frigorífico (yo uso el molde de corona de Tupperware).
Cuando está medio cuajar, se colocan los fresones, previamente lavados, de modo que queden prácticamente cubiertos por la gelatina, y se vuelve a poner en el frigorífico para que cuaje bien.
De nuevo se pone a hervir un cazo con 250 ml de agua, y se repite el proceso, se aparta del fuego y se añade ahora la gelatina de limón. Cuando está bien disuelta se incorpora la leche bien fría y se bate bien para que quede mezclada. Al poner nata o leche en la gelatina, ésta se vuelve opaca, manteniendo un color vivo e intenso.


Se deja enfriar un poco y se vierte sobre la gelatina de fresa que ya debe estar cuajada. A esta capa de limón, se le añade más fruta, en este caso fresas troceadas. Se deja en el frigorífico que cuaje bien la gelatina, mejor de un día para otro, y el resultado es así de vistoso: una capa de gelatina de fresa que queda transparente y deja ver los fresones, y otra, de gelatina opaca, que también está rellena de fruta.

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